domingo, 2 de agosto de 2020

Desarrollo físico en la tercera infancia.

25/07/2020

Tarea #32
Desarrollo físico en la tercera infancia.


Después de realizar la lectura correspondiente de las páginas 365 a la 367 y la página 370 a la 371 de el libro de Papalia. La asesora nos pidió realiza un resumen de la lectura y contesta las siguiente pregunta. ¿Cuál es la diferencia de el desarrollo físico en la segunda y en la tercera infancia?

Estatura y peso.
Los niños crecen cerca de 5 a 7.5 cm por año entre los seis y 11 años de edad ya que su peso aumenta a casi el doble durante el mismo periodo por otro caso, las niñas retienen un poco más de tejido adiposo que los niños, esta es una característica que perdurará incluso en la adultez. Se conoce que el niño promedio de 10 años de edad pesa alrededor de 4.5 kg más que hace 40 años, casi 38.5 kg en el caso de los niños y 40 kg en el caso de las niñas.
Aunque la mayoría de los niños crece en forma normal, hay algunos que no lo hacen. Es decir, que un tipo de trastornos del crecimiento surge a partir del fracaso del cuerpo en producir la suficiente hormona del crecimiento. En tales casos, la administración de hormona del crecimiento sintética puede producir un rápido crecimiento en estatura, en especial durante los primeros dos años.
Por lo general, la terapia hormonal aumenta la estatura adulta en sólo 2.5 a 6.4 cm y se debe administrar diariamente durante un periodo de cuatro a siete años. Sin embargo, existen niños que no exhiben respuesta alguna. Debido a que el tratamiento es bastante novedoso, se desconocen los efectos a largo plazo. De no resultar exitosa, la terapia puede ocasionar un daño psicológico al crear expectativas no satisfechas o al darles a los niños de estatura baja la sensación de que hay algo mal con ellos

Desarrollo de los dientes y cuidados dentales.
La mayoría de los dientes adultos brotan durante la tercera infancia. Los dientes de leche empiezan a caerse alrededor de los seis años de edad y son reemplazados por los dientes permanentes a una tasa de cerca de cuatro dientes por año a lo largo de los próximos cinco años.


Desarrollo cerebral.
Un cambio de este tipo es la pérdida en densidad de la materia gris en ciertas regiones de la corteza cerebral. Este proceso, que refleja la poda de dendritas no utilizadas, está equilibrado por un continuo aumento en materia blanca en los axones o fibras cerebrales que transmiten información entre neuronas a regiones distantes del cerebro. Estas conexiones se ensanchan y mielinizan, empezando por los lóbulos frontales y moviéndose hacia la parte posterior del cerebro. En un estudio longitudinal de 13 niños de los cuatro y hasta los 21 años de edad, la reducción en materia gris se inició entre los cuatro y los ocho años de edad en las regiones que sustentan la actividad sensorial y motora básica; después, aproximadamente entre los 11 y los 13 años de edad, esta disminución pareció moverse de atrás hacia adelante a las áreas de los lóbulos parietales que están involucradas en habilidades tales como atención, lenguaje y orientación espacial; por último, en la adolescencia tardía, hacia las áreas de la corteza prefrontal que controlan el razonamiento y otras funciones de orden superior. Esta secuencia corresponde aproximadamente al orden en que estas partes del cerebro se desarrollaron durante la evolución humana. Desarrollo motor y juego físico.
Juego en el recreo, los juegos que los niños juegan durante el recreo son informales y organizados de manera espontánea. Es posible que un niño juegue a solas mientras que en un grupo cercano los compañeros de escuela se persiguen unos a otros alrededor del patio. Los niños juegan juegos más físicamente activos, mientras que las niñas favorecen los juegos que incluyen la expresión verbal o contar en voz alta, como avión o saltar a la cuerda. Tales actividades durante el recreo promueven un crecimiento en agilidad y competencia social y fomentan la adaptación a la escuela. Cerca de 10% del juego libre de los escolares durante los primeros grados consiste de juego físico vigoroso, el cual es un juego rudo que implica forcejear, patear, luchar, agarrar y perseguir, y que a menudo va acompañado de risas y gritos (Bjorklund y Pellegrini, 2002). Este tipo de juego puede asemejarse a una pelea, pero se hace de manera juguetona entre amigos alrededor del mundo, los niños varones participan en los juegos físicos vigorosos más que las niñas, posiblemente a causa de las diferencias hormonales y de socialización, y ésta puede ser una de las razones que explican la segregación sexual durante el juego (Bjorklund y Pellegrini, 2002; Pellegrini et al., 2002; Smith, 2005a). Desde una perspectiva evolutiva, el juego físico vigoroso tiene importantes beneficios adaptativos: afina el desarrollo muscular y esquelético, ofrece una manera segura de practicar las habilidades de caza y lucha, y canaliza la agresión y la competitividad. Para los 11 años de edad, con frecuencia se vuelve una forma de establecer una dominancia dentro del grupo de pares. Deportes organizados.
En una muestra representativa a nivel nacional de niños estadounidenses entre los nueve y los 13 años de edad, 38.5% participaban en deportes organizados después del horario escolar; la mayoría de ellos en béisbol, softbol, fútbol o básquetbol. Casi el doble de ese número de niños (77.4%) participaba en actividades físicas no organizadas, como ciclismo y encestar balones (Duke, Huhman y Heitzler, 2003). Las niñas tienden a pasar menos tiempo que los niños en actividades deportivas y más tiempo en tareas del hogar, en estudiar y en su cuidado personal. Los programas deberían de incluir una variedad de deportes que puedan ser parte de un régimen de condición física a lo largo de la vida, como tenis, boliche, correr, nadar, golf y patinar (AAP Committee on Sports Medicine and Fitness, 1997; Council on Sports Medicine and Fitness and Council on School Health, 2006). Los niños entre los seis y los nueve años de edad necesitan reglas más flexibles, un tiempo de instrucción más reducido y más tiempo de práctica libre que los niños de mayor edad. A esta edad, tanto niños como niñas son casi iguales en peso, estatura, resistencia y desarrollo de habilidades motoras. Los niños mayores son más capaces de procesar instrucciones y aprender estrategias de equipo, de modo que están mejor equipados para participar en deportes de equipo.

Salud y seguridad
El desarrollo de vacunas para las principales enfermedades infantiles ha hecho que la tercera infancia sea un momento relativamente seguro de la vida. La tasa de mortalidad durante estos años es la menor en el ciclo vital total. Sobrepeso e imagen corporal El sobrepeso en los niños se está convirtiendo en un importante problema médico a nivel mundial. Desde 1980, la prevalencia de obesidad infantil ha aumentado en casi todos los países para los cuales hay datos disponibles. Si se mantienen las tendencias actuales, para el 2010 casi 50% de los niños de Norte y Sudamérica, 39% de los niños de Europa y 20% de los niños de China estarán en sobrepeso.
¿Cuál es la diferencia del desarrollo físico en la segunda y en la tercera infancia?

La diferencia de activación física de los infantes ya que estos con forme a sus proceso pasan de sedentario a ser procesos físicos completos con el aumento de masa corporal, crecimiento en estatura y peso es lo que más se centra cada uno de estos procesos, al igual que el seguimiento de ordenes o acatar ciertas reglas precisas en cada niño.

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